viernes, 16 de julio de 2010

Cataratas de Iguazú, parte 2


Recorriendo Misiones de norte a sur, observaba por la ventana esos cientos de kilómetros oxidados; luego de recorrer 250 de ellos, el bus se estacionó. Desperté de un largo sueño y bajé junto a los demás pasajeros; caminé unos metros y encontré un inmenso campo verde, del cual se empinaba un puñado de flores rojas. A lo lejos se podía ver una suerte de fortaleza.

Seguí caminando unos metros y me detuve frente a un portal rojizo: la entrada principal de la antigua reducción jesuítica de San Ignacio Mini. Si bien lo que veíamos no era más que ruinas, el exquisito labrado de sus resquicios mostraba parte de una ciudadela que en el pasado había sido próspera.

Les cuento un poquito de su historia: San Ignacio Mini fue una de las tantas reducciones que fundaron los jesuitas a inicios del s. XVII en Sudamérica. La Compañía de Jesús - como se le conoce a la orden de los jesuitas - fue muy inteligente en su acercamiento a los guaraníes (indios locales), ya que no tuvieron problemas en tolerar particularismos paganos con tal de convertirlos al cristianismo. Por ejemplo: a cambio de aceptar la monogamia, los indígenas celebraban el matrimonio, pero bajo el rito indígena. Además de esto, abandonaron el sedentarismo y comenzaron a tener conciencia de trabajar dentro de una comunidad: dedicando una mitad de su tiempo a las tierras de la colectividad y la otra a las tierras de sus familias. Otras versiones afirman que los indios aceptaron este nuevo modo de vida porque en las reducciones jesuíticas se hallaban protegidos de los bandeirantes (colonos descendientes de portugueses que invadían territorios) y de la explotación en las encomiendas.

Una vez dentro, paseé por los restos de la plaza, el cabildo y las antiguas casas de los misioneros e indígenas. Cabe resaltar que con las reducciones, el proyecto jesuita había su utopía cristiana: la ciudad de Dios en la tierra. La prosperidad material de éstas, permitió financiar la labor de muchos colegios jesuitas a lo largo y ancho de América. Recelosas por el éxito de la Compañía de Jesús, afloraron las críticas provenientes de otras órdenes religiosas. De esta manera, las constantes acusaciones a los jesuitas por el estilo conciliador en la evangelización; así como también, a su aparente resistencia a los tratados fronterizos entre Madrid y Lisboa –sobre los territorios americanos-, hicieron inevitable su expulsión de los dominios de Carlos III en el año 1768.

Cuando la noche aplastó las formas de las Ruinas de San Ignacio, se inició un espectáculo de luces y sonido. Aunque éste me pareció muy corto, lo importante de la visita fue interiorizar como aquella misión jesuita logró no sólo atesorar una gran riqueza material, sino como supo amalgamar un importante sincretismo cultural.

Los escondites del Cronista Errante

¿Qué más visitar?...

Las minas de Wanda


La mayoría de excursiones -en bus-, que parten desde Buenos Aires hacia Las Cataratas de Iguazú, incluyen el paso por las famosas minas de Wanda, donde se halla un yacimiento de piedras semipreciosas de cristales de cuarzo, amatistas, ágatas y topacios. Recostada sobre el caudaloso río Paraná, permite a sus visitantes apreciar este singular atractivo a cielo abierto o al “natural”, como se denomina a esta clase de yacimientos que se encuentran sobre la faz de la tierra.

¿Dónde dormir y comer?…

Hotel Posada La Sorgente
Av. Cordoba 454 - Puerto Iguazú (3700) Misiones, Argentina
Tel: +54 (3757) 422756 / 424252 / 424072
Tarifa (promedio año): 67 euros

Perteneciente a la familia Spinetti, el hotel ofrece un entorno fresco y natural, con un amplio jardín colmado de plantas nativas y coronado por la piscina nutrida por las vertientes. Ubicado a sólo dos cuadras de la terminal de ómnibus y a tres cuadras del centro, este hotel cuenta con 19 habitaciones, todas con doble cama queen size, baño privado, TV por cable, aire acondicionado, Internet, y vista a la piscina y al jardín.

Aqua Restaurant
Cocina: Argentina
Av. Cordoba y Carlos Thays - Puerto Iguazú, CP3370 , Argentina
+54 3757 422064 www.aqvarestaurant.com
Precio medio: 12 €

Este restaurante tiene un toque elegante y los precios son muy parecidos a los abundantes restaurantes de parrilla de la zona. El servicio es excelente y lo más recomendable, además de las pastas, son los pescados de los ríos Paraná e Iguazú: el surubí, dorado y el pacú. Para los niños tienen dibujos y ceras y vajilla de colores.

- Horarios: todos los días de 12 a 24 hs.
- Área de fumadores.
- Baño para personas con capacidades diferentes.
- Wi Fi , acceso a internet libre.
- Aire Acondicionado.
- Tarjetas de Crédito y Débito: American Express, Visa, Mastercard, Electron, Maestro.
- Idiomas: hablamos español, portugués e inglés.

Fotografía: Puerta del Cielo, Ruinas de San Ignacio - Flickr by Alejandro Mariño

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