Cuando el presidente Vizcarra terminó su anuncio, "los pájaros" comenzaron a hacer su nido de angustia en mi cabeza.
¿Cuándo se acabará la cuarentena? ¿Qué pasará cuando salgamos a las calles?
He decidido pensar que esta cuarentena continuará hasta después del diez de mayo.
Nadie espera eso. Nadie quiere eso.
Pero sabemos que, así mañana se levante la cuarentena, seguiremos usando mascarilla y mantendremos la distancia social hasta fin de este 2020. Si no es más.
Entonces, si sabemos que esto será así, porque dejar que "los pájaros" aniden sus obsesiones mentales en nuestras cabezas.
El 2020 no se proyecta como prometía ser: un veinte sobre veinte.
Hasta ahora, por lo menos.
Sin embargo, la oportunidad que tenemos para reinventarnos es enorme.
Nunca hemos estado ante una coyuntura que nos obligue a concebir la forma de relacionarnos, de producir y de generar ingresos, de una manera diferente.
La sobrevivencia, de la manera en que la concebíamos, tal vez ya no será posible.
Es necesario, pues, hacernos la pregunta: ¿Qué puedo hacer yo en esta situación, con estas restricciones? ¿Qué forma diferente de hacer las cosas tengo a mi disposición?
Si dejamos de pensar en "los pájaros" que nos obsesionan, podemos enfocar nuestra valiosa energía en aquello que sí podemos hacer.
Cuando esto sucede, permitimos que los pétalos de la creatividad florezcan, para ponerlos al servicio de una sociedad más innovadora y justa.
¿Cuándo se acabará la cuarentena? ¿Qué pasará cuando salgamos a las calles?
He decidido pensar que esta cuarentena continuará hasta después del diez de mayo.
Nadie espera eso. Nadie quiere eso.
Pero sabemos que, así mañana se levante la cuarentena, seguiremos usando mascarilla y mantendremos la distancia social hasta fin de este 2020. Si no es más.
Entonces, si sabemos que esto será así, porque dejar que "los pájaros" aniden sus obsesiones mentales en nuestras cabezas.
El 2020 no se proyecta como prometía ser: un veinte sobre veinte.
Hasta ahora, por lo menos.
Sin embargo, la oportunidad que tenemos para reinventarnos es enorme.
Nunca hemos estado ante una coyuntura que nos obligue a concebir la forma de relacionarnos, de producir y de generar ingresos, de una manera diferente.
La sobrevivencia, de la manera en que la concebíamos, tal vez ya no será posible.
Es necesario, pues, hacernos la pregunta: ¿Qué puedo hacer yo en esta situación, con estas restricciones? ¿Qué forma diferente de hacer las cosas tengo a mi disposición?
Si dejamos de pensar en "los pájaros" que nos obsesionan, podemos enfocar nuestra valiosa energía en aquello que sí podemos hacer.
Cuando esto sucede, permitimos que los pétalos de la creatividad florezcan, para ponerlos al servicio de una sociedad más innovadora y justa.
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