Hace diez años leí la maravillosa "Música para camaleones".
Me impactó leer en el prefacio este verbatim de Capote.
Me sonó agresivo, pero en ese momento me sentí tan identificado, tenía todo el sentido para mí: le dedicaba horas a mi escritura, buscando las palabras más adecuadas para expresar complejas emociones.
¿Ha cambiado algo al día de hoy?
La verdad, confieso que muy poco.
Solo que el autoflagelo es más compasivo: a mi látigo mental le he puesto unas plumas de ganso.
Me impactó leer en el prefacio este verbatim de Capote.
Me sonó agresivo, pero en ese momento me sentí tan identificado, tenía todo el sentido para mí: le dedicaba horas a mi escritura, buscando las palabras más adecuadas para expresar complejas emociones.
¿Ha cambiado algo al día de hoy?
La verdad, confieso que muy poco.
Solo que el autoflagelo es más compasivo: a mi látigo mental le he puesto unas plumas de ganso.
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